Conocido el concepto de «no lugar», cabe la pregunta: ¿se puede enseñar a los alumnos/as de Secundaria?. Sin duda es un concepto de gran interés pero difícil de presentar, aunque puede ser factible, siempre y cuando se adapte de manera adecuada al nivel de comprensión y experiencia de los estudiantes. ¿Cómo lo podemos abordar?. Podemos establecer algunas consideraciones que nos guíen en el proceso de enseñanza y aprendizaje de este importante concepto geográfico. como por ejemplo:
- Contextualización: Es importante contextualizar el concepto de «no lugar» en la vida cotidiana de los estudiantes, proponiendo ejemplos reconocibles en su entorno inmediato, como centros comerciales, estaciones de servicio, aeropuertos o supermercados. Esto les ayudará a relacionar el concepto con su propia experiencia. Esta contextualización puede complementarse con visitas a algunos de estos «no lugares».
- Relación con la vida cotidiana: Explorar cómo los «no lugares» impactan la vida cotidiana de los estudiantes. Puedes discutir cómo estos espacios influyen en sus interacciones sociales, en su sentido de pertenencia y en su experiencia del entorno urbano, su apego a ellos, etc.
- Discusión crítica: Fomentar la discusión y el debate entre el alumnado sobre los pros y los contras de los «no lugares». Pueden explorar preguntas como: ¿cómo influyen estos espacios en nuestra identidad y en nuestras relaciones sociales? ¿Qué papel juegan en la globalización y la urbanización?, ¿cómo se desarrollan sentimientos de apego o desapego hacia estos espacios?
- Conexiones interdisciplinarias: Relacionar el concepto de «no lugar» con otras áreas de estudio, como la geografía urbana, la sociología o la historia. Esto puede enriquecer la comprensión de los estudiantes sobre la complejidad de los espacios contemporáneos y su contexto sociohistórico.
- Actividades creativas: Proponer al alumnado actividades que sirvan para expresar su comprensión del concepto de «no lugar», como, por ejemplo,, dibujos, ensayos, debates o presentaciones. Esto les permitirá profundizar en su comprensión y desarrollar habilidades de pensamiento crítico.
- Proyección en mapas: representar en mapas y planos urbanos los «no lugares» y establecer relaciones espaciales entre dichos elementos, utilizando las fotos y la información recopilada en salidas didácticas y utilizando herramientas como Google Maps. Los estudiantes pueden agregar descripciones breves de cada lugar y explicar por qué lo consideran un «no lugar».
- Análisis de imágenes: Se puede presentar a los estudiantes una serie de imágenes que representen tanto «lugares» como «no lugares». Se trata de que los alumnos/as analicen dichas imágenes y discutan las diferencias entre ambos tipos de espacios. ¿Qué elementos visuales distinguen un «no lugar» de un «lugar»? ¿Qué sensaciones o emociones evocan estas imágenes?
- Historias personales: El alumnado puede desarrollan breves ensayos reflexivos sobre una experiencia personal en un «no lugar». Pueden elegir un lugar que hayan visitado recientemente, como un centro comercial o una estación de tren, y reflexionar sobre cómo se sintieron mientras estaban allí, qué observaron y cómo esa experiencia influyó en su percepción del lugar y de sí mismos.
En definitiva, el concepto de «no lugar» tiene grandes posibilidades de cara al desarrollo de las competencias geográficas en el alumnado, sirve para abrir su concepción espacial y delimitar diferencias espaciales entre diversos espacios que determinan su vida cotidiana.